El bienestar mental es una prioridad en el lugar de trabajo

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, la OIE ofrece un resumen concreto de las razones por las que las políticas de salud mental en el lugar de trabajo son fundamentales, así como de los obstáculos para formularlas e implantarlas.

La salud mental es uno de los desafíos más duros para la productividad y el bienestar de las personas. Para la Organización Internacional de Empleadores (OIE) y su red mundial formada por más de 150 organizaciones de empleadores en más de 150 países, los riesgos de una mala gestión de la salud mental en el trabajo siguen siendo un legado profundamente arraigado de la pandemia de COVID-19.

La OIE ha publicado un breve documento para los empleadores en el que ofrece una introducción sobre los motivos por los que la salud mental en el lugar de trabajo es importante, así como los elementos necesarios para abordar esta cuestión. Según el documento, un entorno laboral saludable y seguro sirve como sostén de la salud mental y, a su vez, una buena salud mental permite a las personas trabajar de forma productiva y segura. Con todo, la prevalencia de los problemas de salud mental en el lugar de trabajo afecta a millones de trabajadores, su coste asciende a billones de dólares en todo el mundo, y es un hecho generalizado en todas las economías – desarrolladas, en desarrollo y subdesarrolladas. El breve documento de la OIE en la materia destaca que, junto a los trabajadores, las empresas pueden lograr el bienestar mental integrando la salud mental como un elemento esencial de sus sistemas de gestión de salud y seguridad en el trabajo en vigor, a fin de identificar, evaluar y mitigar con eficacia los riesgos psicosociales..

Este breve documento de la OIE forma parte de una iniciativa de mayor envergadura de la organización destinada a ayudar a los empleadores a tomar medidas prácticas para proteger el bienestar de su personal en el trabajo. Los documentos que se publicarán en breve incluyen una guía más detallada para empleadores sobre los elementos críticos que se deben incorporar a las políticas y los planes de acción sobre salud mental