El Grupo de los Empleadores sigue defendiendo el diálogo social como mecanismo para definir el alcance del derecho de huelga

Si bien reafirmamos nuestro reconocimiento del derecho de huelga y trasladamos nuestro compromiso para con el proceso de diálogo abierto, el Grupo de los Empleadores de la OIT ha atestiguado con consternación la incapacidad de la institución de buscar soluciones basadas en el diálogo social para determinar el alcance y la limitación de este derecho.

En una reunión reciente del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Grupo de los Trabajadores y algunos Gobiernos votaron a favor de la intervención de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para dirimir si las directrices actuales del grupo de expertos no tripartito de la OIT constituyen la única fuente legítima sobre el derecho de huelga en el marco de la OIT.

Por el contrario, el Grupo de los Empleadores y muchos Gobiernos arguyeron que el foro adecuado para resolver las disputas sobre el derecho de huelga es la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT). Por ello, propusieron que la CIT adoptara una norma internacional, un protocolo, un convenio o una recomendación sobre el derecho de huelga, lo que permitiría a los 748 delegados tripartitos de la OIT concluir de manera mancomunada el alcance y las limitaciones de dicho derecho. Se estima que este enfoque es la manera más inclusiva y democrática de abordar las discrepancias a nivel internacional sobre el derecho de huelga.

Dado que se forzó una votación sin haber antes agotado todas las vías disponibles para llegar a un consenso, se ha remitido esta cuestión a la CIJ. Esta decisión socava la legitimidad y la autoridad de la CIT y sienta un precedente para que organismos externos incorporen interpretaciones o decisiones contrarias a la intención de quienes redactaron el documento en cuestión. La remisión de esta cuestión ante la CIJ también socava la confianza en la previsibilidad de las obligaciones derivadas de los Convenios ratificados y, lo que es más importante, no consigue colmar la laguna normativa existente en el seno de la OIT sobre el derecho de huelga, que constituye una preocupación fundamental en el marco de las relaciones laborales.

A pesar de los recientes acontecimientos, la comunidad internacional de empleadores está convencida de que la única solución sostenible para esta problemática vigente es el diálogo social enmarcado en la CIT y seguirá defendiendo esta postura con independencia de la opinión consultiva que emita la CIJ.