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Conferencia de la OIT de 1963
Conferencia de la OIT de 1963

Los veinticinco años posteriores a la Segunda Guerra Mundial atestiguaron una ampliación de la cooperación internacional entre las organizaciones de empleadores, tanto en las políticas que trataban como entre sus miembros. En 1948, la OIEI cambió su nombre a Organización Internacional de Empleadores (OIE), para así integrar al sector agrícola y al sector servicios, y no solo al industrial.

Para 1970, aquella semilla inicial plantada en Turín ya había florecido y dado paso a una organización capaz de influir en numerosas políticas, normas y disposiciones de la OIT, así como en otros ámbitos de actuación emergentes de las Naciones Unidas. A finales de este periodo, la OIE contaba con 87 organizaciones de empleadores en 77 países entre sus miembros.

VOCES DEL PASADO

«Lo más importante de esta Declaración [de Filadelfia] [...] es que comienza insistiendo en la libertad de asociación [...] Porque, sin libertad, todo será en vano [...] Se trata del derecho […] de asociación y hablar con libertad […]».

Sir John Forbes Watson, Presidente de la OIE (1932-1933) y Presidente del Comité Ejecutivo de la OIE (1949-1953)
117.ª reunión del Consejo de Administración de la OIT
117.ª reunión del Consejo de Administración de la OIT, Ginebra, noviembre de 1951. Representantes de los empleadores: Sir John Forbes Watson (Reino Unido), Fennema (Países Bajos) y Allana (Pakistán)

La política en la Guerra Fría:
empleadores libres

La Segunda Guerra Mundial acabó con los gobiernos autoritarios en la mayor parte de Europea Occidental, pero los afianzó en otros lugares. Desde el fin de la guerra, los empleadores y trabajadores de los países tras el «Telón de Acero» no eran más que prolongaciones sin autonomía del gobierno. Esto culminaría en 1953, cuando se interpuso una queja contra el nombramiento de un delegado de los empleadores checoslovaco, que en sus credenciales para la CIT aparecía como «Funcionario del Ministerio de Ingeniería Pesada».

Fue el «Grupo Libre de los Empleadores» el que impugnó la solicitud de credenciales del gobierno checoslovaco. Lo que caracterizaba a este grupo, que integraba a la amplia mayoría de empleadores, no era su naturaleza privada, sino su capacidad de toma de decisiones independiente de toda interferencia gubernamental.

El término «empleador comunista» se empleaba para distinguir a dichos empleadores de sus homólogos libres.

El origen de la discordia no radicaba en la definición de «empleadores», sino en su libertad para instaurarse como organización representativa e independiente.

El tripartismo de la OIT presuponía un sistema de relaciones laborales basado en la autonomía de cada uno de los interlocutores sociales. La presencia de los empleadores comunistas limitó de forma considerable los frutos del Grupo de los Empleadores.

127.ª reunión del Consejo de Administración de la OIT
127.ª reunión del Consejo de Administración de la OIT, Roma, noviembre de 1954
Expandiendo
su influencia
y su función

En sus primeros años, la OIE fue, en gran medida, una organización europea. El conjunto de miembros de la organización, en parte influido por la independencia de muchas antiguas colonias, creció de forma considerable en el cuarto de siglo posterior a la Segunda Guerra Mundial. En la década de 1960, la OIE contaba con cerca de 100 miembros. Se estaba convirtiendo en una organización verdaderamente mundial cuya representatividad en su ámbito de competencia nunca ha sido cuestionada.

En 1965, los miembros del Grupo de los Empleadores de la CIT procedían de casi 100 países
En 1965, los miembros del Grupo de los Empleadores de la CIT procedían de casi 100 países

Pero la relevancia de este fenómeno va más allá de las meras cifras. Durante este periodo, la OIE fue reconocida como entidad consultiva de categoría A en las Naciones Unidas. Cuando la OIT estableció su propio sistema de acreditación para las organizaciones no gubernamentales con las que cooperaba muy de cerca, reconoció a la OIE como la única organización de empleadores con dicho estatus al nivel más completo. La autoridad de que gozaba la OIE en el seno de la OIT se debía a su reconocida función de Secretaría del Grupo de los Empleadores en la CIT y en el Consejo de Administración. Este cambio de estatus fue esencial para que la OIE decidiera trasladarse de Bruselas a Ginebra.

Promoviendo la libre empresa

Tras la creciente ampliación de su conjunto de miembros y su ámbito de actuación, el Comité Ejecutivo de la OIE decidió actualizar el texto con la misión y los principios fundamentales de la organización. Se trata de un manifiesto que contiene referencias a valores perdurables relativos al respeto de los derechos humanos, el diálogo social y la responsabilidad, que se reflejan en cuestiones que siguen siendo pertinentes hoy en día.

La importancia que el texto concede a la satisfacción moral e intelectual de las personas es una referencia implícita a los derechos y libertades fundamentales del individuo, incluyendo el derecho a la libertad de expresión, el derecho a la libertad de circulación y a la elección de profesión, y el derecho a la libertad sindical para defender los intereses laborales.

El 13 de junio de 1964, el Consejo General adoptó este nuevo manifiesto sobre los «Principios fundamentales de la Organización Internacional de Empleadores».

«La empresa privada es uno de los factores decisivos para el progreso económico y la mejora de los niveles de vida, desde el respeto de los seres humanos».

«El diálogo social es una de las condiciones indispensables para un orden social libre».

El Estado debe intervenir lo mínimo indispensable para fijar precios y salarios, y «no debe intervenir en las actividades de las empresas privadas [...] La intervención estatal en cuestiones de producción debe, en todo momento, ser de naturaleza subsidiaria y, en la medida de lo posible, temporal».

Naval Tata fue un notorio empresario y filántropo indio muy interesado en las relaciones laborales, pues creía que las empresas tenían la responsabilidad de tratar a sus trabajadores de forma justa. A través de a la OIE, trabajó en la OIT en Ginebra desde el 1946 en adelante. Fue Presidente de la Federación de Empleadores de la India durante un cuarto de siglo, hasta 1985. Señaló que los empleadores de los países emergentes cada vez expresaban mejor sus intereses en la OIT, aunque esto también se podría aplicar a la OIE.

«Los actuales delegados de África y Asia hablan más abiertamente y están aún más en consonancia con el resto del Grupo [de Empleadores]»

Naval Tata
Presidente de la OIE entre 1950 y 1951

Grupo de Empleadores de la 54.º reunión de Conferencia de la OIT, 1970
Grupo de Empleadores de la 54.º reunión de Conferencia de la OIT, 1970
Grupo de Empleadores de la Conferencia de la OIT de 1970
Grupo de Empleadores de la Conferencia de la OIT de 1970

Voces del pasado

«Mi organización cree con firmeza que la OIT ha desempeñado y sigue desempeñando un papel esencial en la lucha de la humanidad por la paz, la libertad y la justicia. Por ello, la OIE, con el infatigable apoyo de su personal, considera que participar en la labor de la OIT constituye un importante componente en sus actividades».

Gullmar Bergenström, Presidente del Comité Ejecutivo de la OIE, en 1969, durante la ceremonia de conmemoración del 50 aniversario de la OIT en la CIT de 1969.
Gullmar Bergenström