Propósitos para el año nuevo 2021: que la tecnología te acompañe

Cómo pueden las empresas tecnológicas aprovechar las soluciones inteligentes para responder a los retos migratorios tras la pandemia.

Blog de Mohira Kurbanova y John Bingham de la Secretaría del Grupo Consultivo Empresarial sobre Migración.

Comienza un nuevo año, que trae consigo la promesa de que las recién descubiertas vacunas podrán librarnos poco a poco de la terrible lacra que supone la pandemia de COVID-19. La innovación y las soluciones inteligentes son las que han hecho posibles estas vacunas. No solo en el sector sanitario, sino también en toda una amplia gama de sistemas y estructuras de nuestra sociedad, como las comunicaciones y la conectividad, la educación, la prestación de servicios sociales y la detección y distribución de trabajadores con habilidades esenciales. La pandemia ha supuesto una conmoción que ha instado a que el mundo entero sea más ingenioso, más flexible y a tomar decisiones inteligentes.

¿Y si tuviéramos a nuestra disposición soluciones tecnológicas que nos ayudaran a resolver todo tipo de desafíos sociales[i]? Un buen ejemplo de decisión inteligente es apoyar y empoderar a las empresas tecnológicas emergentes que brinden productos y servicios destinados a resolver retos migratorios de larga data a los que han de enfrentarse los gobiernos, los empleadores, los trabajadores y cualquier otro migrante en casi todo el mundo. En este 2021 que comienza, eso es precisamente lo que está haciendo la Organización Internacional de Empleadores (OIE) en su segundo año de colaboración con Seedstars a través del concurso «Migration Challenge»: tratar de descubrir y promover empresas tecnológicas emergentes que se centren en buscar soluciones más sostenibles a los problemas migratorios y que se adapten mejor a cada contexto. El viernes 22 de enero, los 18 finalistas del concurso presentarán sus proyectos ante una audiencia internacional compuesta por más de 140 representantes gubernamentales, alcaldes y líderes empresariales y de la sociedad civil provenientes de todo el mundo en el XIII Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo (FMMD). Se anunciarán el ganador y los dos subcampeones durante la franja de máxima audiencia del FMMD virtual el lunes 25 de enero.

¡El momento no podría ser más oportuno! Cuando estalló la crisis del COVID-19 en todo el mundo, no tardaron en cerrarse las fronteras internacionales. Millones de migrantes quedaron atrapados. Durante la crisis, muchos se percataron de que suelen ser nuestros vecinos migrantes los que siguieron trabajando en los sectores esenciales para mantener la actividad económica pese a la situación de vulnerabilidad. Tanto para los migrantes poco cualificados como para los muy cualificados, la tecnología supuso un auténtico salvavidas durante la pandemia: gracias a ella, pudieron mantener el contacto con sus familias, enviar o recibir remesas, acceder a información y afianzar o prolongar su permiso migratorio.

Para los gobiernos, las políticas basadas en los datos, tales como las plataformas de contratación, los visados electrónicos, los identificadores biométricos y los servicios de gestión de remesas han demostrado agilizar el proceso migratorio y hacerlo más transparente, rápido y regular. Para gobiernos, empleadores, trabajadores y otras personas en tránsito, este tipo de empresas tecnológicas emergentes[ii] serían el equivalente a los «superalimentos» que hacen que tengamos un sistema migratorio sano.

Si echamos un vistazo a las start-ups con las que han estado trabajando la OIE y Seedstars desde el inicio de la pandemia el año pasado, uno se da cuenta enseguida de lo diversas y valiosas que son dichas empresas. Desde la automatización de procesos hasta la acreditación de competencias: empresas tecnológicas emergentes de todo el mundo están ofreciendo soluciones de formación y adquisición de nuevas competencias (DignifAI), poniendo en contacto talentos y oportunidades (Hirefreehands) y ofreciendo plataformas de contratación de ventanilla única (LaowaiCenter Intl y CasparCoding) para los programas de movilidad internacional de competencias. Las empresas emergentes del sector de la tecnología educativa (PowerCoders y Holacode) ofrecen programas para enseñar a codificar y a programar y ayudan a los migrantes a integrarse y a contribuir a sus comunidades de acogida. Las empresas emergentes del sector de la tecnología financiera (cwallet y UHURU wallet) ofrecen servicios de envío de remesas más baratos y fáciles de usar para los migrantes. Desde un trabajador migrante en Ucrania que necesita asistencia jurídica en su idioma materno (Pravoman) hasta un hospital en Alemania que requiere con urgencia enfermeras tunecinas cualificadas (CorvusHealth), las empresas emergentes tecnológicas brindan soluciones innovadoras a todas estas casuísticas.

Los gobiernos pueden fomentar el crecimiento y la expansión de las empresas tecnológicas emergentes, lo que a su vez podría beneficiar a toda la economía; de hecho, a numerosas economías. Apoyar las start-ups que ofrecen productos y servicios ligados a la migración supone invertir en el sector privado de los países receptores, compartir conocimientos y competencias con los migrantes y, a su vez, con sus países de origen, lo que contribuye a la «recuperación de cerebros» en estos países.